La adaptabilidad es clave para la supervivencia, ya sea que hablemos de organismos o de organizaciones. Para los organismos, la estrategia es simplemente sobrevivir, pero las organizaciones, independientemente de la industria, el tamaño o la ubicación, tienen un objetivo adicional. Ese objetivo puede ser la rentabilidad, el servicio, el entretenimiento o algún otro valor. Pero independientemente de la misión, todas las organizaciones se deben adaptar al cambio continuo para prosperar.
A diferencia de los organismos simples, las organizaciones están compuestas por individuos que también tienen sus propios objetivos individuales y estrategias de supervivencia. Como resultado, las organizaciones desarrollan reglas y estrategias que gobiernan cómo los empleados y las partes interesadas interactúan entre sí y con los proveedores y clientes. Estas reglas y estrategias experimentan cambios continuos a medida que las organizaciones se esfuerzan por adaptarse rápidamente a los nuevos desafíos mientras se mantienen fieles a sus objetivos.
Si bien puede parecer que el presente se encuentra entre los períodos más desafiantes de la historia, siempre ha existido la necesidad de cambiar de manera rápida y exitosa. Las personas y las organizaciones no intentan reinventar la rueda cada vez que se enfrentan a un nuevo desafío porque consume demasiado tiempo comenzar con una pizarra en blanco todos los días. En lugar de ayudarlos a sobrevivir, una estrategia semejante condenaría a la organización al fracaso. En cambio, las empresas y organizaciones buscan tecnologías y metodologías innovadoras para aprovechar sus marcos de referencia existentes para que las ayuden a adaptarse según sea necesario. Un ejemplo es el automóvil eléctrico. Los automóviles no son nuevos, pero el cambio de motores de combustión a híbridos y a vehículos completamente eléctricos muestra que la industria se está adaptando a los cambios en la tecnología de celdas de combustible, la disponibilidad de combustibles fósiles, el cambio climático y las preferencias de los clientes. La industria automotriz ha tomado un concepto existente y lo ha adaptado a los tiempos actuales.
Cesilio de los Santos, ex futbolista uruguayo, investigó esta estrategia de adaptación en lo que se refiere a los equipos deportivos organizados en el fútbol. Entrevistó a jugadores, directores técnicos, entrenadores y médicos de equipos de diferentes ligas para entender cómo se estaban adaptando a los cambios en la sociedad que les impuso la pandemia de COVID.
Debido a que la pandemia llegó a México más tarde que a otras regiones, los equipos tuvieron tiempo de estudiar las respuestas en otros países y aprender tanto de sus éxitos como de sus errores. La mayoría de los equipos no tenían planes integrados, documentados, probados o aprobados para usar en este escenario. Sin embargo, pudieron anticipar los amplios confinamientos sociales que forzaron a los deportes organizados en todo el mundo a suspender los juegos o a jugar en aislamiento.
Los confinamientos también afectaron el entrenamiento y la condición física de los jugadores. Los consejos directivos de los equipos de fútbol les pidieron a sus jugadores que se quedaran en casa. Tomaron medidas para garantizar que sus jugadores pudieran mantener sus niveles de condición física proporcionándoles máquinas de ejercicio y pulseras de actividad para rastrear su condición física. Los entrenadores y médicos de los equipos pueden monitorear la salud de los jugadores, incluidos los patrones de sueño, ejercicio y dieta, tal como lo habían hecho en el pasado utilizando metodologías tradicionales. Algunos equipos incluso transmitieron los ejercicios de los jugadores utilizando aplicaciones como Zoom, para mantener fuerte el espíritu del equipo. Ésta fue claramente una adaptación exitosa a desafíos inesperados. Los equipos utilizaron tecnologías y métodos modernos para garantizar que siguieran cumpliendo sus objetivos centrales.
A la mayoría de las empresas e industrias no les ha ido tan bien. Muchas empresas tienen planes de contingencia para proteger los sistemas de cómputo, los centros de datos y la infraestructura central para respaldar la continuidad empresarial en caso de desastre. Ese tipo de planes de recuperación ante desastres (DR) rara vez se auditan o actualizan de manera regular, y rara vez son auditados por expertos externos. Sin embargo, estos planes de DR demostraron ser sumamente inadecuados para la disrupción a gran escala de las operaciones y cadenas de suministro. A diferencia de las empresas automotrices, muy pocas industrias requieren que los miembros de su cadena de suministro tengan planes de respaldo formales y documentados.
Muchas organizaciones se adaptaron a la crisis de maneras como las que utilizaron los equipos de fútbol. Proporcionaron computadoras e infraestructura de comunicaciones de datos para que muchos empleados pudieran trabajar desde casa. Desarrollaron nuevas políticas para identificar los servicios y el personal esenciales, y adaptaron las pautas existentes sobre horas de trabajo, turnos, incapacidad laboral, viajes y reuniones presenciales con clientes, proveedores y empleados.
Más industrias y organizaciones están tomando medidas para reducir riesgos y debilidades nunca antes vistas y expuestas por los acontecimientos actuales. Están adoptando rápidamente tecnologías y métodos que les permiten mantenerse en contacto con empleados y clientes. Migrar a la nube debido a la alta disponibilidad, integración y accesibilidad de los datos es un ejemplo de una nueva pauta que las empresas están adoptando para evitar la disrupción empresarial. A pesar de la necesidad de cierta "prueba y error", las empresas han implementado cambios a una velocidad sin precedentes para sobrevivir y se están tomando muy en serio la necesidad de planes de contingencia.
Sin embargo, un punto clave sobre el cambio es que es imposible saber qué depara el futuro, por lo que es igualmente imposible tener un plan de contingencia que funcione en todos los escenarios posibles. La adaptabilidad y la voluntad de cambiar son cruciales para la supervivencia de toda organización.
En el mundo del fútbol, los equipos ya están desarrollando un plan de preparación para reanudar sus actividades. Están limitando la cantidad de jugadores en el campo durante los entrenamientos y siguiendo las regulaciones emitidas por la Federación Mexicana de Fútbol para ayudar a aliviar los temores a la infección de los jugadores. Los equipos de fútbol prevén algunos riesgos en la reanudación. Los riesgos van desde infecciones virales hasta lesiones de jugadores debido a los regímenes de entrenamiento poco ortodoxos y las exigencias del juego, especialmente dado el plan de la liga de incluir semanas de juego dobles en la próxima temporada.
A medida que reabren las economías globales y locales, las empresas se enfrentan a situaciones similares y deben determinar cómo se adaptarán. Deben decidir qué empleados seguirán trabajando desde casa y quiénes deben regresar a la oficina, cómo hacer cumplir el distanciamiento social en la oficina para minimizar el riesgo de propagación del virus, cómo abordar los riesgos de los traslados en transporte público e incluso si reabrir las cafeterías y las salas de descanso de la empresa. Las empresas necesitan crear un plan detallado para regresar a los negocios que respalde las preocupaciones de salud de sus empleados, el cual puede incluir adaptaciones como restringir el uso de elevadores, proporcionar máscaras y líquidos desinfectantes antibacterianos o tomar la temperatura de los empleados cuando llegan al trabajo.
Es imperativo que las organizaciones compartan los detalles de sus planes de reapertura entre sí, porque es fácil pasar por alto los detalles al entrar en un territorio desconocido. Las empresas tienen recursos adicionales en las cámaras de comercio locales, consultores y departamentos de salud estatales o locales. El uso de todos los recursos disponibles puede ayudar a garantizar pautas claras y exhaustivas que aborden todo, desde los cambios en los hábitos de compra de los clientes hasta los procedimientos de higiene adecuados.
Para continuar apoyando a los clientes, es esencial tener una lista de verificación que incluya las inquietudes necesarias para el arranque, incluida la revisión del estado del inventario y planes de reposición de existencias de proveedores, inspecciones y mantenimiento del sistema de inspección eléctrica, de maquinaria y de cableado, los procedimientos para entregar pedidos urgentes y, por supuesto, hacer lo necesario para evitar infecciones.
Mientras las empresas y las naciones hablan de reapertura, es imperativo que analicen todos los factores conocidos y tengan estrategias de adaptación para desafíos imprevistos. Si algo hemos aprendido de la pandemia de COVID-19 es la necesidad de adaptabilidad, colaboración e integración. Sobrevivir a la próxima gran disrupción estará estrechamente ligado a la capacidad de adaptación de las empresas.
Por Eugenio Riveroll
***
RECURSOS
Vínculo al video de Eugenio: https://qad.wistia.com/medias/3jj9o3lo6z#
Aquí hay un vínculo a las pautas para regresar al lugar de trabajo publicadas por el gobierno como información adicional para nuestros lectores:
https://handouts-live.s3.amazonaws.com/ae7621933f36410abaddcf6c8fc895d9?X-Amz-Algorithm=AWS4-HMAC-SHA256&X-Amz-Date=20200513T135340Z&X-Amz-SignedHeaders=host&X-Amz-Expires=86399&X-Amz-Credential=AKIAJICNIQWVMWBRIUMQ%2F20200513%2Fus-east-1%2Fs3%2Faws4_request&X-Amz-Signature=ea35613695191b53d9dd1e1bc53e1dfe9b3ba4d704f7b0774b273d36cbc6fa1d
Y aquí hay otro vínculo a un artículo sobre el reinicio de la Bundesliga (en español):
https://www.forbes.com.mx/estadios-sin-publico-y-goles-sin-abrazos-asi-volvera-el-futbol-en-alemania/