La gestión empresarial se refiere al estudio y aplicación de procesos estratégicos, administrativos y de control con los que se manejan los recursos de una empresa con el objetivo de incrementar su productividad, eficiencia y competitividad, por lo que tiene relación con cada una de las áreas y actividades empresariales.
Guarda ciertas similitudes con la administración de empresas, pero la gestión combina el diseño de múltiples estrategias y el uso de la tecnología. Por ello, es parte de las habilidades que puede poseer una persona capacitada para organizar, dirigir y controlar un equipo de trabajo alineado a una cultura organizacional y a sus metas.
Por lo tanto, la gestión empresarial busca crear estrategias con las que se logre un óptimo desempeño, posicionamiento y crecimiento de la empresa y para lograrlo es preciso compaginar las fortalezas de cada área y mejorarlas de manera continua para cumplir cada objetivo interno y además, satisfacer la demanda del mercado.
El éxito de una empresa no siempre depende factores externos como la temporalidad de demanda o la zona geográfica donde se encuentra, y mucho menos depende de la suerte o el azar. En muchos casos, los fracasos se deben a una mala gestión empresarial que se refleja en el estatus de los bajos o nulos resultados que se están generando.
Por esa razón es necesario comprender que los buenos resultados comienzan desde adentro al trabajar de forma unificada, estableciendo una adecuada y eficaz relación entre los colaboradores, las distintas áreas en las que se divide la empresa y los sistemas que se usan para desempeñar las actividades diarias.
En el ámbito empresarial, no tener definida estrategia alguna es como navegar sin rumbo fijo y ello muchas veces representa gastos y pérdidas que se pueden ahorrar al tener una gestión empresarial bien definida, ya que esta representa una brújula que guía a la empresa hacia el diseño de sus estrategias y el cumplimiento de sus objetivos.
Así como el mundo de los negocios está lleno de oportunidades, también está lleno de competencia, por lo que las empresas a diario enfrentan diferentes retos y sólo aquellas que cuentan con las habilidades y procesos estratégicos avanzados logran permanecer y destacarse dentro de la oferta comercial.
Implementar una correcta gestión empresarial tiene diversos beneficios y a continuación mencionamos algunos de ellos:
Visualización, manejo y análisis de toda la información de la empresa en tiempo real, recurso que ayuda a conocer mejor cada área y procedimiento que se lleva a cabo y con ello se impulsa la forma de trabajo priorizando la óptima administración de los proyectos.
Mejora considerablemente la toma de decisiones, ya que al conocer todos los datos empresariales, esto impacta de manera positiva en cada movimiento y proceso que se establece dentro de la rutina de trabajo y además, logra reducir los costos al tener un efectivo control de los gastos.
Logra una mayor integración del equipo y enriquece la comunicación interna de la empresa, por lo que se pueden definir las labores y objetivos de cada área, mejorar su productividad e incrementar su eficiencia.
Impacta de forma significativa a los clientes debido a que la gestión integral y efectiva se refleja en los tiempos de respuesta, en la calidad de los productos o servicios y en las competencias que demuestra tener la empresa para satisfacer las necesidades del mercado.
Para tener una óptima gestión empresarial existen cuatro puntos indispensables que se deben establecer como punto de partida para crear estrategias, buscar resultados y minimizar pérdidas y gastos.
Toda empresa debe contar con una planificación sin importar al sector al que pertenezca debido a que es uno de los pilares fundamentales para lograr los objetivos a corto, mediano y largo plazo. Esta incluye las actividades, estrategias, recursos financieros, tecnológicos y humanos que se requieren para obtener buenos resultados.
Tener una planeación estratégica no basta, por lo que se necesita una correcta organización debido a que esta marca el éxito o fracaso de las empresas. A través de ella se coordinan y se asignan las responsabilidades y actividades de cada área, y se establece el tiempo en el que se debe desarrollar cada proceso para alcanzar los objetivos en tiempo y forma.
En este punto el liderazgo es un factor clave debido a que cuando el área directiva de una empresa orienta y motiva al equipo de trabajo se logra un mejor desempeño de cada colaborador y así mismo, esto refleja comodidad con su empleo y aumenta su productividad y compromiso con el cumplimiento de los objetivos empresariales.
Una vez que se ha puesto en marcha cada actividad se debe coordinar y supervisar el trabajo de cada colaborador con la finalidad de identificar a tiempo errores o solucionar cualquier inconveniente futuro. El control ayuda a proponer acciones correctivas y medidas preventivas que puedan afectar a las empresas.
Lograr una gestión empresarial efectiva es posible si se tienen los 4 pilares fundamentales que mencionamos anteriormente y además de ello, es una vía segura que conduce hacia el éxito a cualquier empresa, pero se requiere conocer las fortalezas, debilidades y áreas de oportunidad que tiene cada área para trabajar cada una y generar un impacto positivo.
Una gestión efectiva sabe aprovechar cada uno de los recursos de los que dispone la empresa, por lo que logra una adecuada integración entre los recursos humanos y los tecnológicos y con ello busca el mayor beneficio posible para obtener procesos agilizados y evitar desperdicios o retrasos en la producción.
Además, es posible conseguir excelentes resultados con inversiones mínimas, ya que gracias a la planificación es posible establecer desde un inicio los presupuestos para cada área y lo que se espera obtener de ello para evitar gastos innecesarios o imprevistos que elevan los costos de las operaciones.
Hoy en día, la tecnología es un recurso básico y el mejor aliado de cualquier empresa debido a que les permite estar a la vanguardia, crecer y mejorar continuamente, lo que se propone como una ventaja competitiva frente a las que aún mantienen un modo de trabajo tradicional.
Por ello, los sistemas de gestión empresarial son una eficaz herramienta para responder con agilidad a las necesidades específicas de cada empresa, generando un impacto positivo que se refleja en cada una de las áreas internas e incluso en la satisfacción de los clientes. Son soluciones en las que vale la pena invertir.
En QAD ofrecemos Adaptive ERP una solución tecnológica en la que vale la pena invertir para lograr una gestión empresarial eficaz. Responder a los nuevos retos del mercado y a la creciente demanda de los clientes es posible cuando se tiene un sistema especializado como el nuestro.
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