Dentro de los principales beneficios de un ERP es que ayuda a las empresas en sus tareas de administración y toma de decisiones, automatizando todos sus procesos. Gracias a ello, podemos obtener datos en tiempo real, controlar flujos de trabajo y minimizar errores.
La planificación de recursos empresariales suele ser tediosa, pero con un software ERP puede llegar a ser una labor diligente y práctica. Por ejemplo, cuando se habla de llevar la contabilidad, el usuario sólo tendrá que preocuparse por conseguir ventas, del resto (crear facturas y contabilizar gastos) se encargará el programa.
Esta solución tecnológica ofrece múltiples beneficios entre los que se destacan:
La coherencia, homogeneidad de los datos e interacción entre las distintas áreas de la empresa desde una única herramienta, permite mejorar el desempeño (eficiencia y eficacia) de la organización.
La centralización de la información, aumento de su calidad y disponibilidad en tiempo real, agilizan y mejoran extraordinariamente los tiempos de respuesta.
Todos los datos de la empresa se encuentran en un único contenedor (base de datos) y su acceso protegido y restringido por usuario, facilita y simplifica las labores de mantenimiento y backup.
Un sistema se considera escalable cuando no es necesario rediseñar para mantener un rendimiento efectivo durante o después de un fuerte aumento de la carga de trabajo, esto refleja la capacidad del software para crecer o cambiar con las demandas del usuario.
Una buena solución ERP debe de cubrir las necesidades actuales y disponer de módulos adicionales para ser desplegados o incorporados en cualquier momento.
Cualquier interacción en el ERP queda registrada, permitiendo realizar un seguimiento exhaustivo o auditoría del dato, proceso o documento.
Las tareas periódicas o repetitivas (informes, seguimientos, comunicaciones, reclamaciones, etc.) pueden automatizarse para reducir al mínimo la dedicación de recursos y centrarse en aquellas más productivas.
El aumento de eficiencia conseguida, la disminución de errores y la reducción de tareas, permiten disminuir los costes empresariales y ganar en competitividad.
Mejora la funcionalidad de las bases de datos para que progresivamente cada área relacionada con la cadena de producción realice sus actividades de una forma más eficiente y con objetivos tangibles.
Asimismo, otro de los beneficios de un ERP es centralizar toda la información y esto tiene un impacto positivo en la productividad debido a que se agilizan los procesos de captura de datos de clientes y proveedores, así se mantiene como prioridad el crecimiento de la producción.
Con el monitoreo constante se facilita la rectificación de los errores, evitando una posible pérdida de ventas a causa de la lentitud en la respuesta del problema.
Los informes que les proporciona un sistema ERP fungen como directrices para identificar la demanda y las salidas de los productos. Con esos datos, se podrá invertir un poco más en los artículos de mayor consumo y evitar el estancamiento en el stock, de manera que se tendrá una mejor administración de su negocio.
Si tenemos información sobre qué productos tiene mayor demanda, obtenemos la ventaja de conocer a nuestros clientes y por tal razón, adquirimos un mayor conocimiento del mercado. Eso significa que tendremos insumos para ser más competitivos y crear más oportunidades de ventas.
En cuanto a la facturación sabemos que es un proceso que requiere de mucho tiempo, sin embargo, uno de los beneficios de un ERP es la facturación electrónica. Mientras más eficaz sea el proceso, dispondremos de mayor tiempo y al tener más tiempo podremos incrementar la cantidad de facturas emitidas diariamente. En resumen, podremos apreciar un notorio aumento en los ingresos.
Un entrenamiento y capacitación efectivo para tus colaboradores, quienes serán los usuarios finales del ERP adquirido, será de gran ayuda para que se involucren en el proceso, conozcan los beneficios de un ERP que les traerá y reduzcan la incertidumbre, esto va a lograr que se comprometan con el proyecto.
Es importante considerar que un sistema de gestión va más allá de ser un programa informático, implica una revisión de los procesos y las mejores prácticas para cada uno de estos.
De esta manera el equipo de trabajo deberá de aprender no solamente a utilizar el software sino a simplificar sus procesos operativos y buscar la manera de realizarlos de la manera más efectiva y sencilla, esto favorecerá que exista un menor margen de error al capturar la información.
Por lo tanto, es fundamental que se les capacite tanto en el uso del ERP como en los procesos que incluye su puesto de trabajo, así van a poder aprovechar al máximo la herramienta y la inversión que la empresa está realizando podrá ser más redituable.
Fundamentalmente porque no se puede seguir trabajando “como siempre” con la única excusa de que “así se ha hecho toda la vida y funciona”. No ponemos en duda que así sea, pero sí que se pueda competir en igualdad de condiciones con la competencia.
El objetivo primordial de un software ERP no es tanto el cambiar la forma de trabajar como el poder responder a los clientes en poco tiempo. Poder informar de dónde está un pedido o de qué ha sucedido con la mercancía que se esperaba es una virtud imprescindible para ambas partes del proceso de venta.
Quizá muchos se pregunten si esta inversión merece o no la pena. La respuesta es un rotundo sí porque:
A mayor rapidez de trabajo, mejor opinión sobre tu empresa y mayor volumen de pedidos.
La inversión se recupera en unos meses.
El ahorro de tiempo arriba comentado es directamente proporcional a una mejora en la eficacia de cada trabajador.
Su uso es muy sencillo y fácil de entender.
La digitalización de los procesos estratégicos empresariales comprende una de las áreas fundamentales de la transformación digital. El uso de una herramienta ERP en una empresa significa el inicio de una nueva etapa en la que se podrá anticiparse a los problemas que puedan ir surgiendo en la actividad comercial.
Con su ayuda, será mucho más sencillo hacer planificaciones para el futuro, potenciar aquellos departamentos que podrían ofrecer mejores resultados y marcar una línea a seguir que termine en el éxito.
Con los múltiples beneficios de un ERP, este puede y debe convertirse en el esqueleto de nuestro negocio. Confiando en sus prestaciones se pueden lograr buenos resultados y allanar el camino para convertir una empresa en más competitiva y flexible. El negocio comenzará a adaptarse a los clientes y no al revés.
En QAD sabemos que existen diversos ERP, pero nosotros ofrecemos sistemas que realmente se adaptan a las necesidades de nuestros clientes y a las exigencias del mercado. Por ello, ofrecemos soluciones efectivas y rápidas que representan un cambio significativo en las empresas.
Nosotros siempre vamos un paso adelante, con QAD las empresas pueden mejorar sus prácticas y darle prioridad a la transformación digital que hoy en día es una imperativa para aquellas que buscan nuevos objetivos. Nosotros ofrecemos un cambio orientado en resultados efectivos.