El mundo cambió y no hay vuelta atrás. Ante ello, el sistema ERP se ha vuelto más que una necesidad para optimizar procesos y tener un buen control de las operaciones.
En medio de la incertidumbre que aún perdura, al momento de requerir información para tomar decisiones, los ERP, sin duda, son el punto de partida más confiable. Esto, gracias a que dichos sistemas albergan los datos de todas las áreas de la empresa, brindando visibilidad operativa en tiempo real, además de indicadores clave que facilitan la determinación de cursos de acción.
Por ello es que hoy más que nunca los fabricantes deben buscar una digitalización integral de sus procesos y sus cadenas de suministro. Pues solo así lograrán cumplir con las características que demanda la manufactura actual:
Inteligencia: Conocimiento estratégico de las operaciones y el entorno.
Agilidad y flexibilidad: Capacidad para responder con rapidez a los cambios.
Innovación: Capacidad para responder a las disrupciones con nuevos procesos, servicios y productos.
A raíz de la pandemia, las cadenas de suministro se han visto paralizadas debido a distintos problemas internos y externos. Pero, ¿cómo se pueden afrontar estas interrupciones?
Tu sistema ERP debe ser capaz de solucionar estas situaciones de la manera más eficiente posible. Por ejemplo, un ERP para cadenas de suministro debe dar la posibilidad de tener procesos integrados que permitan visualizar lo que sucede desde el proveedor hasta el cliente.
De esta forma, se facilita la detección, prevención y corrección de fallas que pudieran afectar a la empresa. Garantizando las medidas necesarias para evitar detener la producción y mantener la satisfacción de los clientes.
Como sabemos, los hábitos de los consumidores, confinados durante gran parte del tiempo, cambiaron radicalmente. Por ende, los canales de venta también tuvieron distintas variaciones. Un ejemplo claro lo encontramos en el comercio electrónico, el cual alcanzó los $4.938 trillones de dólares a nivel mundial en ventas minoristas en 2021 (eMarketer, 2022).
En consecuencia, la transformación digital es fundamental. Los ERP son herramientas clave para enfrentar las nuevas demandas de los consumidores, que cada vez buscan más respuestas inmediatas. Estos sistemas ayudan a brindar el dinamismo necesario para cumplir con las demandas cambiantes y seguir el ritmo de ciclos de vida más cortos en los productos.
Asimismo, la pandemia impuso nuevos desafíos para gestionar los inventarios en la industria manufacturera. Ante esta situación, los sistemas ERP son una fantástica herramienta para optimizar los niveles de inventario y, por consiguiente, los costos relacionados.
Los ERP ayudan, entre otros aspectos, a:
Mantener una comunicación directa y en tiempo real con los proveedores
Tener un seguimiento de las órdenes de compra
Garantizar el suministro oportuno de los materiales o materia prima
Mantener una trazabilidad completa de los inventarios
Evitar el exceso de existencias
Asegurar planeaciones efectivas
Por último, también es esencial asegurar una buena planeación y pronósticos en este tiempo de retos y cambios. Para ello, el ERP permite realizar informes precisos para entender cómo evolucionará el mercado en el futuro. Además de desarrollar análisis de escenarios impulsados por machine learning.
Aunque estos son solo algunos de los múltiples desafíos que el sector manufacturero está enfrentando, es innegable que, en la actualidad, resulta crucial que las compañías cuenten con tecnologías que las hagan resistir a cualquier situación, a fin de mantenerse competitivas.
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